jueves, 10 de julio de 2008

Comida japonesa





Aunque no me viste caer, sé que me reconociste por el estrépito.
Confundí valor con seguridad.
Nunca entendiste mis deseos de bañarme donde hay corrientes y no se hace pie.
Lo sé. Incumplimiento de contrato.

Verte.

Paralizarme por dentro y simular tranquilidad por fuera.
Cuando pronuncias mi nombre sigo oyéndolo, en eco. Me pierde que tu voz encierre mi concepto.

Controlar mis tendencias suicidas. Cómo reprimir que cada vez que estás cerca, me entran unas ganas locas de saltar sin paracaídas, hacia ese agujero que tiene tu alma.
Conozco un camino por dónde entrar, podría aprovechar el tunel que escarbé al salir.

Mi forma de querer, ese raro abstracto.

Quedar contigo, ya para sólo compartir comida japonesa.

domingo, 6 de julio de 2008

Ya no juego con muñecas



Dejé de jugar con muñecas.
Para qué inventar sus vidas, si puedo elegir para mi, la vida que yo quiera.

Mauthausen


En San Sebastian mirando la carta de un restaurante, conocimos a un hombre. Empezamos a entablar conversación, y resultó ser superviviente del campo de concentración de Mauthausen.

Su historia, como la de miles de personas, republicano español exiliado en Francia, apresado y enviado a Mauthausen.

La vida nos regala tantas cosas sorprendentes... No todos los días se recibe una lección sobre persistencia, valentía, orgullo y libertad.