viernes, 13 de enero de 2012

Ropa tendida



Siempre he sido poco práctica. Casi toda mi vida he guardado lo que más quería en bolsillos deshilachados. Mi control se ha reducido a ir metiendo la mano para cerciorarme que aún continuaba allí.

El día que te conocí debía de hacer mucho viento. Creo que fue él, el que cambió mi intención de dirección.

Desde entonces procuro olvidar los otros te quieros y hacer desaparecer las mentiras que dejé debajo de la almohada de otras camas.

Olvidar que lo sé todo sobre equivocarse, arrepentirse y huir…

Esto nuestro es tan irreal, tan raro, tan increíble como auténtico, tan difícil de asimilar que impulsa a mis botas contínuamente a golpear fuerte el suelo, para llenarlo todo de polvo.

Ahora tengo que viajar hora y media en tren para poder dormir en la misma cama, impaciente por si me esperan besos debajo las sábanas.

Reconozco que escondo secretos.

Mientras tú esperas que llegue el buen tiempo, yo a escondidas lo lleno todo de frío invernal, ese que tanto odias, porque quiero que mi calor te salve, a ratos suave, a ratos fiero.

Difícil reconocer que me estoy acostumbrando a que me regales puestas de sol desde la azotea, mientras recogemos la ropa tendida.

Difícil expresar todo esto con palabras.

Casi prefiero apretar fuerte los dientes para que no se me note temblar.



Per a Xus


No hay comentarios: